miércoles, octubre 26, 2011

Pina Win, Evita Wins


Veo Pina, la última película de Win Wenders. Está rodada en 3D, un artilugio tecnológico resucitado del baúl de los recuerdos cincuenteros para que los insatisfechos de siempre crean ver algo más que danza, más que sentimientos, más que destreza y trabajo, más que arte puro en absoluto estado de gracia.
Esta mujer descarnada, de puro nervio y hueso, no sólo tenía ideas, además sabía muy bien lo que era un espectáculo teatral. Win Wenders, el del amigo americano, el cielo sobre Berlín y alguna otra película de cuyo nombre prefiero olvidarme, a veces, por momentos, posee ese profundo conocimiento de la Bausch o al menos se deja llevar por él. En este film Wenders se olvida bastante de si mismo, de sus habituales escarceos con "lo poético", para adentrarse en el mundo de la protagonista, Pina : un paisaje nada fácil, en absoluto celestial, poblado por seres inquietos, ansiosos, magullados, alejados de todo gesto o intento angélico.
¿O acaso podríamos confundir a esos partenaires estáticos que apenas sostienen a su pareja -vacía de voluntad, hueca, entregada al abandono de sí misma- con aquellos seres alados del cielo berlinés? Sin embargo, puestos los pies sobre esta tierra hostil, la mirada del director alemán sabe descubrir, y descubrirse, la ternura infinita de la compatriota, su capacidad para rescatar el susurro de una leve caricia entre el ensordecedor fragor de la batalla.
Más allá del prescindible 3D, resulta brillante la idea de mostrarnos las coreografías de Pina Bausch bailadas al mismo tiempo por los jóvenes bailarines de la compañía actual y algunos de los intérpretes que las estrenaron y, milagro de la danza y el trabajo duro, serio, sostenido, aún hoy siguen haciéndolo con la delicadeza, la fuerza, la entrega, la precisión del primer día.
"Danzad, danzad, si no lo hacéis estamos perdidos", decía Pina Bausch, como si la danza fuera un exorcismo que puede librarnos de todas las desgracias humanas o tal vez un gesto mágico capaz de liberarnos de esas desolaciones del alma, de esos castigos de un cuerpo que, al no encontrar destino en otros cuerpos, se vuelve ciego, hundiéndose en la desesperación, la locura y el estremecimiento.


Al día siguiente y por una invitación afortunada, voy al pase previo de La sombra de Evita, un "documental histórico" dirigido por Xavier Gassió, sobre la figura y la vida de la cada día más moderna Eva Duarte de Perón. Centrada en su exitosa visita oficial a España -"Cuando quiera llenar de nuevo la plaza, me avisa", cuentan que le dijo en algún momento al por ella poco apreciado General Franco- el film resulta esclarecedor en muchos aspectos y contiene algunos documentos gráficos tan reveladores como poco conocidos. Entre tanta joya documental hábil y cuidadosamente guardada, encontré un detalle mínimo que encuentro define la personalidad de esta mujer fascinante, tan sensible como arrolladora: al bajar del avión que la trajo a España, con toda la tiesa corte del Generalísimo formada para cumplir con la ceremonia oficial de recepción, Evita se detiene para dar la mano a la azafata que espera al pie de la escalerilla. Con ese gesto cotidiano echaba por tierra todo el protocolo reverencial previsto, de auténtica jefa de estado, mostrando una vez más que su lugar no estaba al lado de aquellos personajes sombríos, defensores acérrimos de unas estructuras que ella se había propuesto conmover.
Sin duda alguna, La sombra de Evita ilumina algo más la imagen de esta mujer deslumbrante que en solo 33 años de vida cambió la historia de un país, convirtiéndose en uno de los mitos insoslayables del siglo veinte.
Quizás sea interesante ver que hacen los artistas jóvenes argentinos con ella, convertida ahora en personaje de un dibujo animado que narra, también, su historia.

16 comentarios:

Antonio Tello dijo...

Querido Dante, coincido totalmente con tu visión "poética" de Pina Bausch, a la que admiro (qué raro en mí escribir esto), y también en el gesto de Eva Perón, mujer también admirable en muchos sentidos y menos en otros, como el de haber contribuido, quizás involuntariamente, a la mitificación del peronismo en el imaginario popular, del cual han seguido viviendo (y enriqueciéndose) los caudillos y caudillejos de su bandería y la mafia sindical durante y después de la muerte del controvertido buda argentino.

Dante Bertini dijo...

Tello,
me gustó lo del Buda argentino, aunque encuentro que Perón se parece más a uno cualquiera de los autorretratos carcajeantes del pintor chino Yue Minjun...

39escalones dijo...

Ganas de ver la película; la de Pina, digo. A Evita y sus circunstancias siempre he sido más reacio: no me van los santos, ni siquiera los laicos.
Abrazos.

Mari Pops dijo...

Conoces Sasha Waltz?

Adhiero comentario de Antonio Tello

Como estas Dante? Y la presentacion del libro??
Besos

Dante Bertini dijo...

Alfredo:
no resulta ningún descubrimiento, Pina, quiero decir, a nivel cinematográfico, pero el aliento creativo de la Bausch lo impregna todo y sus bailarines son prodigiosos. Y a Eva deberías verla como un personaje de cine, es fantástica, y nada santa.
un abrazo

Dante Bertini dijo...

MaryPop:

todo relativamente normal; la presentación fue muy bien, exitosa y cálida, el libro está colgado en la web y puede leerse entero.

Eva es un personaje muy especial y más allá de sus errores, no es su culpa tener seguidores siniestros o idiotas. Sería como echarle la culpa a Chopin por todos los que interpretan mal sus sonatas.

besos
ya estás en Valencia?

Ātman dijo...

Me gustaba mucho Win Wenders. De todas sus películas la que más me conmovió fue Paris, Texas; quizás porque en ese momento estaba yo en plena ruptura sentimental (cuando aparece Nastassja Kinski de color rosa, esponjosa y preciosa… se me paró el corazón). Bueno, estaré atento por si la echan en Murcia (aunque no tengo muchas esperanzas), además, todavía no he visto ninguna película en 3D ¡seré antiguo!

Abrazos

Mari Pops dijo...

no, me ire en Junio

Estuve en Costa Brava hace unas semanas: Peratallada, Monells, Calellla, Pals ....vine encantada

Dante Bertini dijo...

Átman,
amigo, más acá del talento de Wenders, estaba la belleza de la Kinski, digna heredera de su padre en muchos aspectos...La Portman parecía la heredera de esa sensualidad felina, suave y peligrosa, pero el abuso de su presencia en films mediocres está matando su carisma.
No creo se pierda ni gane nada con el 3D, pero seguro que podrá ver Tintin, mucho más adecuado a este formato.
Un abrazo


MaryPoP:
me alegro...piense que en junio encontrará más gente, si es que la crisis no hecha a todos los turistas...Un abrazo viajero

Mari Pops dijo...

te fijaste en esta coreografa berlinesa? Sasha Waltz

google her
:)

carmen dijo...

La veré.
Saludicos.

pepa mas gisbert dijo...

¿Que sería de nuestras vidas sin la danza?. A ella deberiamos acudir en muchos momentos para no perdernos.

Colecciones Teatrales dijo...

Querido Dante
Estaré muy atento al estreno de la pelicula de Evita, ahora, dejame decirte que lo peor que le ha pasado a Evita es cuando la vacian de contenido, cuando el mito tapa sus ideales, ella entendía que donde había una necesidad había detrás una injusticia. Pero es muy importante que rescates ese gesto de saludar primero a una laburante, hay que mostrar a Evita como bandera de sus ideas y no como un mito vacío. Un abrazo de este peronista congénito

Dante Bertini dijo...

Marypop:
estuve viéndola...me sonaba su nombre pero poco más. Gracias, es buena.
Un abrazo


Carmen:
que las disfrutes
abracicos

Dante Bertini dijo...

Alma perdida,
por dónde andas ahora?
Espero que estés danzando por el mundo
Un abrazo

Dante Bertini dijo...

Roberto Congénito,
me hizo gracia tu apelativo.
Comparto lo que dices, pero esa no es su culpa. Vaciarla fue una forma, habitual por otra parte, de adueñarse del póster sin mostrar el alma.
Esta película intenta, con humildad, atravesar la oscuridad, iluminar su figura. Se agradece.
Un abrazo