lunes, abril 02, 2007

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quería leer Sobre la fotografía, de Susan Sontag. Me cruzo hasta Kowasa para ver si lo tienen y me dicen que la edición de bolsillo -ocho euros de nada- está exhaurida -agotada- y que suponen que habrá alguna nueva que a ellos todavía no les ha llegado. Es comprensible: lo suyo es la fotografía en sí misma, las imágenes propiamente dichas, no la teoría sobre este arte secular de reciente aceptación museística. Camino diez pasos hasta La Central -¿por qué son tan "seriosos" todos sus dependientes?- y encuentro una nueva edición a casi veinte euros.
-Es que la Susan se nos ha muerto, sabes, y hay que subir los precios por eso del tirón post mortem de ventas.
Me lo digo a mi mismo, ya que los muy concentrados vendedores de esa bien surtida librería de mi barrio, no gastan más que monosílabos.
-Pues no lo compro, sabes. No quiero tapa dura ni papel cuché. Sólo me interesan sus palabras.
Si hasta Sanctorum, el libro de los santos y vírgenes haciendo pecado al "va-por todo lo que nos hemos cortado antes", ha pasado de sus originales veinte euros a unos más redondeados treinta. Tampoco lo compré, que diez euros son un menú de mediodía en cualquiera de los amorosos restaurantes del barrio, y a tí, Montoya, ni siquiera te encontré en la calle.
Una frustración total, dirán los pocos que me estén leyendo. Pues va a ser que no, porque el corto y humedecido paseo me sirvió para ver mis Salvajes Mimosas, segunda edición, nuevamente en la mesa de novedades. ¿Orgulloso? No, no es ese el sentimiento. Habría que ser algo idiota teniendo en cuenta que a su alrededor hay centenares, miles de libros, y algunos tienen decenas de ediciones en su haber. Lo cuento porque tampoco me pasan tantas cosas que pueda contar(les). También porque -de una manera imprecisa, sin demasiado énfasis- me gustaría que muchísima gente corriera a comprarlo y el éxito fuera tal como para empujarme a escribir una nueva novela y esta tuviera aún más éxito que las dos anteriores, y entonces, finalmente acobardado ante tanta popularidad, me viera obligado a recluírme en algún palacete junto al lago Leman, en una casona frente al lago di Como o en un amplio penthouse sobre el Central Park.
Aunque es probable que también lo haga, sería idiota no reconocerlo, para darle un pequeño disgusto a mi anónimo lector, ese que se disgusta tanto porque soy egocéntrico.

16 comentarios:

Lokita dijo...

Me encanta tu egocentrismo y hasta puedo llegar a comprenderlo...
A mi me embarga que me lean aunque obviamente no este a la altura de tus publicaciones.
Abro cada día mi Blog con la esperanza de encontrar mil comentarios
(a ser posible positivos), y ese es mi único reflejo de que alguien lee lo que he escrito, que se han tomado la molestia de ojearlo y además, han tenido el detalle de agradecértelo de alguna manera, que no ha caído en saco roto y que aunque obviamente, no de la talla para publicar jamás nada, voy a poder seguir forjando mi pasión, aunque sea en un circulo tan privado...
Ver un libro mío en una librería, seria orgásmico sin duda.
Una cosa, he buscado el libro y no lo he encontrado, aunque voy a seguir buscándolo, pero te digo también, que el día que te retires a algún palacete, en donde sea, quiero una invitación de media pensión como mínimo!

La Gata Insomne dijo...

Hola Cacho, a ver que claro que eres egocéntrico!!! y que yo no voy de anónima!!!
Pero después de todo te perdono.... me caes bien!!!
a ver si jurungando me entero de que van esas mimosas y comro unas. Yo ando sobre libros imposibles, pero la diferencia es que no me topo con el mío

cariños

Liliana dijo...

Trataré de encontrar tu libro en Baires. Veremos cómo me va.

Belnu dijo...

También yo iré a por él y leeré tus mimosas asilvestradas... ¿Y si estamos en la misma mesa? Podría el lector anónimo comprar también el mío...
Oye, y esas mimosas, ¿te acuerdas de aquel personaje maravilloso, vejete de voz trémula que en la película de Renoir vivía atado y obsesionado a "mes mimoooosa"? Era La règle du jeu, qué película... Me pregunto si quisiste homenajearle?
O fue al general Sherwwod o Sternwood, no recuerdo, de Chandler en The Big Sleep? Creo que también tenía mimosas...

Unknown dijo...

Los precios de los libros a veces son abusivos.

Lo más que me han pedido fue 130 eurazos por un libro (bastante currado) de unas teselas sicilinas en las librerias de Palermo. Me encantba el libro pero me parecía un timo, la verdad. Los más baratos? Dublin. tirados Allí todos leen, hay oferta (Al existri demanda) y lso preciso bajan, claro.

Anónimo dijo...

vamos! si tenés cosas para contar, siempre tenés cosas para contar.... y escribir. Escribí, loco! y dibujá y actualizá el crackfake!

(me encantó lo de la "tapa dura y blabblabla" y tus "sólo me interesan sus palabras". Esa imagen es así y cada vez con más cosas cotidianas)

Belnu dijo...

creo que estamos en mesas distintas, cachodepan! La tuya es la buena, pero yo contentísima con la mía... Por cierto, cambié mi bola de palabras, ya vendrás a verlo...

Anónimo dijo...

no me hago responsable del efecto de mis libros sobre las caléndulas, aunque agradezco todas vuestras entradas, tan cariñosas...
zbelnu: lo he visto: excelente! me gusta tu letra, mucho más que la anterior...
sí, estamos en "separate tables", aunque compartimos parecida ilusión.
el cacho sin pan

La Muniequera dijo...

lo buscaré en madrid y me dirán... que no está? espero que si!

iluminaciones dijo...

Horn viene de una tradición del arte que utiliza la poesía y lo sutil de una manera digamos, poco ortodoxa en referencia a la estética tradicional. Está la lírica de Duchamp, pero la metapoesía (por decir un término que me viene a la cabeza ahora)de Horn, es representativa de un tipo de arte libre, mecanicista y poético a la vez, automático y azaroso. Yo creo que es una artista clave en el desarrollo de lo que se hace ahora con la tecnología en el arte.
Por cierto, existe un libro de John Berger muy bello sobre la fotografía también, no recuerdo ahora el título.
saludos.

el objeto a dijo...

no es ningún secreto: los libreros, tenderos, conductores, directores de colegios, policías, médicos... catalanes sufren de un exceso de sobriedad nada envidiable (menos mal que la ciudad está llena de charnegos, viajantes, visitantes, emigrantes)Correremos a la central a arrancar las mimosas salvajes de sus estanterías, y dibujaremos palacetes en las aceras de la ciudad teñida por la lluvia

Anónimo dijo...

Hola cachito, cuchame te lo presto...! Pero si me prometés no tardar tanto en devolvérmelo como el del peruanillo...ji ji ji. Cuchame, te lo regalo, lo tengo en una edición relinda. Besos. Enserio va lo del regalo, decime cuando venís a los suburbios y te lo alcanzo.

Belnu dijo...

Gracias por lo de mi letra! Creo que hay algo bueno en verla escribirse, me devuelve a mi primer deseo de escritura, estoy pensando en volver a eso, aunque sea más trabajoso pasarlo, tal vez hay un paso del proceso que...

Belnu dijo...

Geo, qué es lo que le regalas y le prestas?

Anónimo dijo...

Zbelnuuuu!!! Vine a ver que me contestaba mi cachito y te encuentro, qué lindo...;-) Voy de a poco x que ya sabes que no tngo internet en casa y hacer toda la rueda es very imposible. Le regalo el libro que busca el de Susan Sontag, la vie c'est trop curt y ese libro duerme en un estantecito hace tiempo. Mejor que lo tenga mi cachito. besos.

MentesSueltas dijo...

Pasaba para agradecer tu visita y dejar expresado que me gustó mucho tu estilo... volveré.

Dejo un abrazo.
MentesSueltas